Una Historia I

Correr

Salí corriendo de mi casa, no podía más, mi mundo expiró, no quedaba nada... La decisión estaba tomada, decidí comenzar, volver a nacer, decidí elegir mi propio destino. Pero para poder seguir con mi nueva etapa necesito sacar el petróleo de mi alma, explicar mi historia y definitivamente ser libre.

Hace 17 años, un cinco de abril a las tres y veintiocho de la tarde, mi madre murió para poder darme a mi su vida, pero más me hubiera valido morirme con ella, pues la vida que me esperaba no era vida. En ese mismo instante mi estrella desapareció, mi ángel me dejó sola y caí en manos de un ser al que por obligación he tenido que llamar padre.

Como todo ser que nace empezamos nuestras vidas en un hospital, lo duro es tener que volver cada dos o tres meses por el cariño que tu padre te ofrece, un cariño destructivo que a punto estuvo de enviarme junto a mi madre en más de una ocasión.

Mi padre no me perdonaba que le hubiera arrancado de su vida a la persona que más quiso en el mundo, no era consciente de que yo no elegí mi camino y me culpaba de todo su mal. Fueron muchos años oscuros y dolorosos pero no dolorosos por sus desahogos si no por sus sentimientos, me dolía más su desprecio que su cinturón...

Hoy es cinco de abril, son las tres y veintiocho, y como todos los años salgo a correr, pero este año lo hago para no volver.

To be continued...